¡Y no olviden desvirtualizarse y mineralizarse…!

(Marta, con tu permiso, te tomo prestada la broma para el título).
En los prolegómenos de nuestro MOOCafé en Oviedo comentábamos que lo único malo de la experiencia podría ser el nombre: actividad para desvirtualizarse… Así que, como es propio de las personas que compartimos generación, recordamos nuestras risas infantiles: ¡Superratón y su último mensaje: «y no olviden vitaminarse y mineralizarse»! (para seres más jóvenes véase video al final).
Y desde luego que así fue. No podría escribir ningún otro aspecto que pudiera mejorar la reunión que tuvimos en la Cafetería La Pepa. En torno a unos cafés e infusiones, cara a cara, codo con codo, ocho maestras-o fuimos desgranando ideas y sentimientos acerca de nuestro día a día.
Bien es cierto que al inicio comentamos temas referidos al curso eduPLEmooc, claro. Ahí las conversaciones se trufaban inexorablemente con palabros llenos de sentido solo para iniciados: storify, scoopit, mooc, livestream… Tanto es así que tengo que agradecer a mi compañera Jocelyn -que aceptó encantada el reto de acudir conmigo aunque no está siguiendo el curso- la determinación de quedarse y no salir huyendo…
Pero esto solamente fue un inicio superficial. En seguida llegaron los argumentos, y, con ellos, las emociones. Nos presentamos (más o menos brevemente) y abrimos fuego con algo aparentemente suave, «cómo nos gustaría que fuera la educación del siglo en el que vivimos». Fue un momento de imposible retorno, un inicio de conversación bien moderada pero tan fluida y plena que todas y todos pudimos expresar qué diferente habría de ser de lo que actualmente es; cómo nos condiciona y apreta el currículo, así como su muchas veces sustituto, el libro de texto; en qué modo se hace tan difícil trabajar con niños y niñas del siglo XXI en un marco pedagógico casi del XIX; qué gran necesidad hay de mejorar la formación universitaria (y la continua); dónde se puede encontrar la ilusión para trabajar mejor…
El tiempo pasó volando. Nadie dejó de intervenir una y otra vez. Todas-o estuvimos tan de acuerdo en tantas cosas… que realmente la tarde contribuyó a insuflar esperanza y ánimos. La desvirtualización tuvo, por eso, un efecto inesperado. Todos opinamos del gran valor del mooc, de la buena capacidad de mejora que nos ofrece un buen PLE en las redes; pero, al final, la red cercana, el contacto humano, aunque provenga del virtual mundo de la web social, proporciona el impulso definitivo y real.
Pensar que en otras decenas de sedes ocurrió algo similar me hace ver que la escuela no está parada. Acaso el que estaba parado era yo, quejándome de ver las cosas en franco deterioro. Me siento agradecido al ver que el uso de las TIC y el impulso de la red, lejos de ser algo snob, hipster o frikie (que algo también lo tiene), puede y debe ser una alternativa y/o una excusa para el cambio de modelo educativo. Y si, además, podemos mantener ese contacto nuevamente a través de nuestras cuentas, pues muchísimo mejor. Así lograremos mantener la velocidad de crucero necesaria. Desde luego, yo no pienso volver a parar…
Gracias a Nieves y Lucía por su apoyo logístico, a Mª José, Rosana, Transi y Marta por sus aportaciones siempre interesantes y cargadas de experiencia-s. Y gracias, Jocelyn, porque no solo no huiste, sino que te integraste como una tertuliana más de pleno derecho.
Pero… ¡no se vayan todavía amiguitos, aún hay más…! (Podéis visitar mi storyfy en el enlace inferior)

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